ADRIANA PIZARRO CASTILLO: Su corazón desbordando poesía, alegrías, sueños y tristezas...

 Adriana Pizarro Castillo, "la Naná" para su familia, Mi madre , una mujer cuya vida se aferró siempre al amor y la entrega de éste a sus seres queridos, a los conocidos,  incluso a los que por primera vez trataba. Una mujer que sin dudar, acogía con cariño a quien visitaba su hogar. Una mujer luchadora incansable ante las injusticias y la maldad. Mujer  amante de la naturaleza y defensora tenaz de su protección. 
Amaba a sus nietos y su bisnieta más que a ella misma. Soñadora porque soñando se quería y si se quería todo se podía. Amante de las letras  con las cuales se expresaba su alma . Adriana, mi madre , con la cual me faltó tiempo para decirle cuanto la amaba  de verdad. A la cual le expreso cada día de mi vida desde que partió, lo mucho que me hace falta y lo duro que es levantarme cada jornada , buscar su mirada, escuchar sus palabras y su risa y no encontrarlas.

¡Gracias por todo mamá!


A continuación, algunos de sus pensamientos que he querido compartir con ustedes. Palabras de mi madre que rescaté de un cuaderno viejo donde le escribía a la vida a lo bueno y lo no tanto, a sus nietos,  a la libertad, a su perrito Tobi que había partido un día, etc. , hojas en la que  se inspiraba,  liberaba su corazón y dejaba fluir sus más íntimos sentimientos: 


PEQUEÑO ANDRÉS
(Adriana Pizarro Castillo)

Tienes carita de luna llena,
tus ojos son dos luceros.
En ellos hay especial ternura,
son expresivos y brillantes.
 Tu risa es alegre,
bulliciosa y contagiante.
Tu alma es dulce, pura e inquieta;
como las abejas de un enjambre.
 ¡Abrir la puerta , No puedo!...
detrás de ella en el suelo,
estás dormido; sólo el sueño
te ha vencido.
Como puedo, te tomo en mis brazos.
Suavemente, te  acuesto en tu cama.

Duermes; tu cuerpo descansa.
Seguramente, también tu alma.
Te miro, quieto, tranquilo, claro.
Transparente como el agua
que de las vertientes emana.

Agotado de travesuras, juegos y gracias.
Dulce niño...La dulcedumbre
del sueño se acaba. Con energías nuevas,
saltas de tu cama.

Y cual brioso corsel, de nuevo a tus andadas.
Correr, jugar, saltar...
A eso, Dios te manda.
                                            Adriana
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LIBERTAD
(Adriana Pizarro Castillo)


Sensible, noble.
Fácil de herir.
Herida y maltratada,
¡Jamás vencida.!

Viaja sobre cumbres elevadas,
cielos estelares,
horizontes infinitos y

nubes que besan el mar.

Sabia e intuitiva,
percibe la verdad
de quien la respeta,
la flaqueza de quien la utiliza.

Es un bien,
que con la vida ha nacido.
Y cobra todo su valor,
una vez que se ha perdido.

Aliada con el pensamiento,
a veces suprimida, subyugada.
No hay ataduras y cadenas,
que no pueda romper.

De la mano con el viento;
brota su fuerza innata.
Corta las amarras,
que la pretenden esclavizar.

Su índole libertaria,
la hace imprescindible,
como el agua que se bebe
y el aire que se respira.

En el juego de la vida,
tanto se le da, tanto se le quita.
Aún así debe saber,
¡Cuánto para vivir se le necesita!
                                          Adriana
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MADRE CAMPESINA
(Adriana Pizarro Castillo)

Mamita pobre...
que acunas dulcemente en tus brazos,
al niño que de tu vientre ha nacido.

Mientras en tu regazo duerme,
despiertan sueños con él.
Arropado en la tibieza de tu amor,
también él sueña contigo.

Él no sabe de tu pobreza,
porque satisfecho está,
con el néctar que de tus pechos
generosos brota...

Siente que nada le falta.
Saciada su hambre,
su vida es suave,
apasible y dichosa.

Mamita pobre...
con afán lavando pañales,
te encuentras a la orilla de un río.

Él te regaba, con sutil frescura,
 agua dulce y clara.
Generoso , benevolente,
te ofrece su ayuda.

A veces el amanecer,
te ha sorprendido pensando,
que la pbreza que heredaste,
se la heredarás a tu niño.

Pero este no es motivo,
para no valorarte
y luchar por tu hijo.
Cambiando de algún modo este sino.

Y aunque no haya nacido
en cuna de oro,
dará sentido a tu vida.
Será un valioso chiquillo.

Él te dirá: mamita, cuando sea grande,
te compraré una casa inmensa,
un pedazo de sol,
para que entibie tu cama.

Un trozo de luna llena,
para que alumbre tu casa.
y no te regalaré nada más mamita.
Porque siento que te amo y me amas...¡Con eso basta.!
                                                                            Adriana
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PEQUEÑO RODRIGO
(Adriana Pizarro Castillo)

Negros sus ojos,
blanca su piel.
Sencillez y ternura
caminan con él.

A veces frágil como un ciervo,
a veces fuerte como un buey.
Inquietud y sosiego,
anidan en su ser.

Su imaginación escribe cuentos
y los narra también.
Baja la luna con sus manos
y de ésta es dueño él.

Es brote tierno y armonioso.
Dulce regalo del amor peremne de Dios.
Amarle, enseñarle, con esmero cuidarle...
Su única condición.

Verle crecer es un deleite.
Cuidarle, enseñarle , amarle es un deber.
porque el amor nació consigo,
para repartirlo por doquier.
                                                 Adriana
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DESENCANTOS DEL AMOR
(Adriana Pizarro Castillo)


A veces me pregunto:
¿Porqué suele ser tan frágil el amor?.
Lo hiere el desengaño, lo consume el hastío.
Lo entristece el adiós. Sin pensarlo siquiera,
queda atrapado, queriendo huir.
Luego siente que debe luchar contra el desamor,
porque no quiere morir.
Recobra fuerzas, despliga sus alas.
Vuela, vuela.... respirar necesita.
Respirar aire bueno y mitigar así,
sus flaquezas y tormentas.
Él se sabe sentimiento sublime,
que anida en  lo más recóndido del ser.
Por eso ahora, sólo quiere pensar.
Pensar que sino sabe pensar, sólo sabe sentir.
                                                                  Adriana
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TRAS TUS SUEÑOS
(Adriana Pizarro Castillo)

Descalzos tus pies caminan,
tus sandalias te abandonaron luego de mucho andar.
Se han quedado a mitad del camino.
No resistieron más.

Con grietas en tus pies,
continúas el camino.
Ellas dibujan la tierra,
dejando huellas, que otro seguirá.

Sin elegir el sendero,
sólo empujado por el viento;
con los sueños como equipaje a cuestas.
Infinitas ansias de vivir y soñar.

El caminar te regala esperanzas
de encontrar una estrella
escondida por ahí...
que ilumine tu vida por siempre,
y te acompañe hasta el fin...
                                              Adriana
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ADOLESCENTE DE 16
(Adriana Pizarro Castillo)

Vida y fuerza en tus manos,
16 años apenas.
Alama inquieta
y un loco corazón.

No temes caer al río,
de aguas turbulentas.
Sólo te guían ansias infinitas
de correr y volar.

Mientras una bruma densa
nubla tus ojos
y no te permite
el horizonte mirar.

Inquietante como mar,
tu juventud abriga
la esperanza viva
de un nuevo amanecer.

Y si por tierra fértil caminas,
savia fresca
nutrirá tu alma...
Adolescente de 16.
                                     Adriana
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NADA ES PARA SIEMPRE
(Adriana Pizarro Castillo)

No es para siempre el hoy,
que se va con el mañana.
No es para siempre el anaochecer,
que el amanecer lo demanda.

No siempre la piel
estará tersa.
No siempre estarán
vivas las ganas.

El sol que un día
entibió el alero de la casa,
mañana esparcirá sus rayos
sobre otra ventana.

El beso cálido que brotó
del amor apasionado,
mañana sólo será
un acto de cortesía rutinario.

No es para siempre la risa,
porque en un rincón
sensible del alma,
el llanto la aguarda.

Como no es para sieempre
la tormenta....
que la desvanece
la llegada de la calma.

Los sueños que un día
anidaron en el alma,
sino los tocó la realidad,
mañana sólo serán fantasmas.
                               Adriana
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TOBITO QUERIDO
(Adriana Pizarro Castillo)


Tu partida sin regreso,
querido buen amigo,
me deja la sensación
de un inmenso vacío.

Era tan sincera tu amistad,
fidelidad y cariño..
¡Recién, recién, lo he comprendido!

dabas todo a cambio de nada,
eufórico te ponías a mi llegada...
Corrías por toda la casa.

Extrañabas mi ausencia,
no te gustaba mi rutinaria partida,
la de todas las mañanas,
de todos los días.

Con tristeza te recuerdo,
valoro y agradezco todo el tiempo,
que me regalaras tu compañía.

Pequeño ser,
de crespo y motoso pelo negro.
Ojitos como pequeñas uvas vivas.

Siempre me miraban con ternura,
que tal vez, yo no merecía.
Gracias por enseñarme,
la sencillez y generosidad d etu vida

Por siempre inolvidable...
¡Querido "Tobito", amigo mío!
                                              Adriana
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A continuación, el sentimiento de solidaridad que mi madre obsequia al hermoso Valle de Huasco de la región de Atacama y a sus habitantes : 

   PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA

(Adriana Pizarro Castillo)

Valle fértil, generoso ,

de regados olivos, paltos y vides;

fuente de vida, belleza natural.

Insensibles manos,

incomprensibles criterios,

ambición sin medida

destruirán tus glaciares; 

Valiosa reserva de agua dulce,

para nuestra humanidad.

Hay quienes piensan 

que tu gente ingenua es 

haciéndoles creer

que un glaciar se traslada,

sabiendo que un peral no es.

Si por un puñado de metal amarillo

han decidido cambiar

la belleza de tus paisajes,

tus glaciares y todo lo demás...

Llegará aquel día

en que un puñado de oro  

no podrá tu sed saciar....

¡NO A PASCUALAMA!

                                       Adriana

Glaciares en Pascualama