LA SUBLIME MAGIA DE LOS SUEÑOS...

LA SUBLIME MAGIA DE LOS SUEÑOS , QUE HACE REAL TUS MÁS INTIMOS RECUERDOS.

"Más fuerte que la sabiduría, es la imaginación. Más potente que la historia, es el mito. La esperanza siempre triunfa sobre la experiencia. La única cura para el dolor es la risa. Más poderosos que la realidad, son los sueños..."







SER HUMANO ESPECIAL POR ESENCIA Y LEGADO

"Fue un llamado diferente, el que sentí en mi teléfono, era un ring con tono de agonía , el presagio de tu despedida , del alejamiento de esta vida ,mientras protegía en otros la misma . La vida se le iba a un ser tan especial como la vida misma, un ser tan inmaculado como el diáfano cielo que ahora lo cobija. Quiero que sepan que sin duda alguna, la vida pende de un hilo, que nada nos asegura el mañana. Cada día debe vivirse como el último. Hay que hacer que el día a día valga la pena. Dios se ha llevado parte de mi sangre, parte de mi historia, parte de esta humanidad. Humanidad que se envuelve de superficialidades y pocos glamorosos éxitos espirituales y sociales. Héctor Pizarro Castillo, mi tío querido nos ha dejado, un ser de corazón bueno y transparente que el universo a la familia nos había regalado. A partido, así de repente, sin aviso, como llega y desaparece una estrella fugaz, pero que lega un inmenso destello, ya su retorno al paraíso eterno había llegado. Nos dejaste tío mío un inmenso vacío, un dolor que no cesará, más se podrá mitigar con el bello recuerdo de tu amor sin medida, de tu entrega sin límites, de tu alma de niño, inocente, alegre y de sentimiento a flor de piel, alma de niño que nunca abandonaste, de tu extraordinario ejemplo de vida y dedicación a tu familia. Eras querido y respetado por todo un pueblo e incluso más allá de sus límites. Por que en tí siempre se encontraba una sonrisa amable, en ti sólo se encontraban ganas de vivir y tender la mano a quien lo necesitara. Por que en ti se valoraba tu esfuerzo diario por ganarle a las adversidades del destino, por ganarle un paso al camino empedrado que muchas veces te deparaba el diario vivir. El "titochi", así es como te llamaban con cariño. Estarás ahora sirviendo con la misma entrega en otras instancias superiores, estarás como siempre sonriéndole a quienes te rodean tendiendo tu mano como era tu costumbre. Qué privilegiados fuimos como familia al contar con tu compañía y qué poco agradecidos fuimos al no aprovechar la dulzura de tus ojos y el calor de tu sonrisa... No será fácil seguir el camino, más tú desde arriba nos darás fuerzas y energías. Sin duda alguna los brazos de tu mamita "Pepa”, mi abuela, te recibieron con ternura y alegría. Y te habrás fundido en un abrazo cálido y fuerte con tu hermano Luis, tu querido "coco bello". Amado tío, ahora con ustedes juntos allá arriba, el universo ha recuperado tres estrellas, el cielo ha ganado la inmensa bondad de sus almas, y nosotros tu familia que te extraña y te llora ha ganado un ángel más que nos protegerá y guiará cada día. Viví la contradicción entre el dolor y el honor de estar contigo hasta tu partida, te sentí cercano como nunca, estabas partiendo y sentí tu calor y cariño. Sentí que me dabas calma, sentí que, como de costumbre, eras tú el hombro amigo del que me apoyaba. Fue un momento sublimemente doloroso y bello el que viví a tu lado en tu despedida, un instante que tal vez no merecía. Pero tomaré el mensaje, fui privilegiada y bendecida al escogerme para estar a tu lado cuando emprendías un nuevo viaje en tu vida. Fuiste siempre de dejar tu sello, el de la grandeza de los humildes, y hasta en tus últimos momentos fuiste capaz de consolar y entregar amor como Jesús, a sus desconsolados amigos y discípulos.
Siempre estarás presente en nuestras vidas, siempre estarás unido a nuestros corazones...Privilégianos tú, con seguir amándonos desde arriba".
PAOLA



(Estas palabras  escribí tras la experiencia de vivir el dolor del deceso de un ser muy especial en mi vida. Dolor que me tocó vivir dentro de mis funciones en un servicio de urgencia. Lugar al cual se avisó primero, que había ocurrido un accidente y que venía en camino una paciente grave. Paciente al cual le preparamos todo, lo necesario para salvarle la vida. Paciente al cual no conocía su identidad. Pero que sin embargo, puse lo mejor de mí para procurar las mejores condiciones a su llegada. Me queda de lección , que trabajar en salud no es meramente una profesión más. Hay que sentir y vivir la importancia y trascendencia de nuestro actuar. Donde nuestro trabajo refleje siempre lo mejor de nosotros, independiente de quien sea la persona a la que debamos atender.)
Estoy convencida de que al interiorizar que al atender a alguien, vemos en los pacientes a nuestro padre, madre, hijos, hermanos, etc... Estaremos entregando realmente un trato digno y una atención adecuada. Sólo en ese entonces estaremos alcanzando la real empatía para entregar a todo nivel una atención en salud digna, profesional, comprometida y adecuada a todas las personas sin discriminación alguna. Bueno, sin saberlo esperé y preparé lo mejor que pude la recepción a un paciente desconocido que necesitaba lo mejor del equipo de salud del cual, yo era parte. Ese paciente  desconocido ....era mi tío.)





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